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Mostrando entradas de 2008

EL PROPOSITO DEL HOMBRE

Escrito por: Myles Munroe Descubriendo el origen y propósito del hombre. Eran las cinco en punto de la mañana y no había dormido en toda la noche. Estaba nervioso y ansioso. Era el gran día -el momento para el examen que me aterrorizaba. Fue un día memorable durante mis años en la universidad. Había estudiado toda la noche y había leído todas mis notas, libros, y revisiones con confianza. Era mi examen final de biología. El tema principal de esta clase era la anatomía humana. Al finalizar el examen, me sentí seguro que lo había hecho bien. Tres días después me enteré que no me había equivocado cuando el profesor me llamó para felicitarme por haber recibido la nota más alta de la clase. Estaba tan orgulloso de mí mismo y sentía que había logrado algo sobresaliente. Mientras estaba allí mirando los papeles que el profesor me había entregado, repentinamente me di cuenta de algo que jamás había pensado. Durante el transcurso del curso de estudio había adquirido u

HUIR DE LA REALIDAD

Escrito por: John Bevere Muchas veces me preguntan: "¿Cuándo debería yo dejar una iglesia o un ministerio? ¿Cuan mal deben llegar a estar las cosas?" Entonces respondo con otra pregunta: "¿Quién le envió a esa iglesia a la que está asistiendo?" La mayoría de las veces me contestan: "Dios". "Si Dios le envió allí," explico, "no se vaya hasta que Dios le dé la libertad de hacerlo. Si el Señor guarda silencio, la mayoría de las veces es que está diciendo: 'No cambies nada. No te vayas. ¡Quédate donde yo te he puesto!'" Cuando Dios nos diga que nos vayamos, nos iremos en paz, sin importar en qué situación esté el ministerio. “Ustedes saldrán con alegría y serán guiados en paz” Isaías 55:12 Por lo tanto, la partida no será motivada por las acciones o el comportamiento de otras personas, sino por la guía del Espíritu Santo. El hecho de dejar un ministerio no depende de cuan mal andan las cosas. Salir de u

¿AUTOEXAMEN?

Escrito por: Watchman Nee EL CONOCIMIENTO DE SI MISMO Y LA LUZ DIVINA En este mensaje estudiaremos lo que significa conocerse a uno mismo. El creyente que no se conoce a sí mismo, no progresa espiritualmente pues no puede ir más allá de lo que sabe. Ningún creyente puede ir más allá de la luz que Dios le haya dado; así que, la vida que expresa depende de la medida de luz (no de conocimiento) que haya recibido. Cuando desconocemos nuestras faltas y nuestra verdadera condición espiritual, no persistimos en la búsqueda de lo que sigue, ni tenemos interés en proseguir en el camino que tenemos por delante. En la vida cristiana es muy importante juzgarse a uno mismo. Sólo podemos confiar plenamente en Dios y caminar según el Espíritu Santo, no según la carne, cuando nos damos cuenta de que no servimos para nada y de que nuestra carne no es digna de confianza. Es imposible llevar una vida espiritual si uno no se juzga a sí mismo. ¿Cómo podemos juzgarnos sin conoc

JESÚS Y LOS DIEZMOS

Escrito por: Gary Amirault ¡Jesús Nunca Recibió Diezmos! La vida de Jesús debería ser el ejemplo para nosotros sobre el dar. Si Él Señor Jesús hubiese cobrado o dado diezmos posiblemente un pastor podría tener un argumento razonable para recaudar diezmos, pero Él no lo hizo. “Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos” 2 Corintios 8:9 “Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los que tienen lepra, expulsen a los demonios. Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente” Mateo 10:8 Hay algunos que razonan que Jesús como Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec, recibió diezmos de Abram y por esto están autorizados los “pastores” modernos para recibir los diezmos porque siendo una parte de Cristo, son parte de ese sacerdocio. Aunque por encima tiene un aro de racionalidad, hay agujeros suficientes en esta líne

CIMIENTOS ESPIRITUALES

Escrito por: Rick Joyner Hay un principio fundamental en la construcción: el tamaño y la fortaleza de todo edificio los determinan el tamaño y la fortaleza de los cimientos. Si se va a levantar una casa o una cabaña pequeñas, pueden ser suficientes unos cimientos poco profundos. Pero, si se trata de un edificio grande, se debe excavar hondo para hacer unos cimientos sólidos. Muchas veces, se debe ir hasta encontrar roca pero, aun allí sigue el trabajo. Hay que perforar la roca, clavar pilotes y asegurarlos firmemente. Si no se hace así, el edificio se puede hundir, inclinarse, o puede colapsar bajo su propio peso. Los mismos principios se aplican a las cosas espirituales. Debemos excavar y construir hacia abajo, antes de subir y edificar hacia lo alto. La cantidad de paciencia que usemos en la excavación, determinará la grandeza de lo que construyamos hacia arriba. Las ruinas de ministerios, iglesias e individuos que fracasaron en poner los cimientos adecuados, dan fe

LA FE VERDADERA

Escrito por: Rick Joyner La fe verdadera no es una receta que se pueda aprender de manera mecánica. No es tampoco un sentimiento ni una evaluación intelectual ni un acuerdo con determinados principios. La verdadera Fe sólo puede venir mediante la visión espiritual. El apóstol explicaba que los "ojos del entendimiento" se deben abrir y alumbrar” Efesios 1:18, pues "...con el corazón se cree..." Romanos 10:10. La fe verdadera es simplemente el reconocimiento del Único en quien creemos. La fe verdadera es conocer a Jesús; es la capacidad de verlo en el poder de su resurrección, como Abraham lo pudo ver, incluso antes de que Él viniera a esta tierra. La fe no es creer solamente en la palabra del Señor, sino creer en La Palabra misma. La fe verdadera que tiene la capacidad de ver la eternidad, nos libera de los grillos de los cuidados y preocupaciones de este mundo, unos y otras son pasajeros por excelencia. Hay principios espirituales que obran en el plan