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Mostrando entradas de abril, 2009

¿MANDAMAS O SIERVO?

Escrito por: Charles Swindoll  En el sistema secular hay niveles distintos de autoridad. Ciertamente esto se cumple en el día de hoy. En el gobierno está el presidente, los ministros de su gabinete y un gran cuerpo de hombres personalmente seleccionados, los cuales tienen privilegios que no posee el ciudadano común. En las fuerzas armadas hay oficiales y hombres sin grado de oficial…y grados dentro de cada rama de las fuerzas. En los deportes hay entrenadores y jugadores. En los negocios hay presidentes de las corporaciones y líneas de autoridad entre los administradores y el personal, superintendentes de las tiendas, capataces y obreros. Se espera que la persona que pertenece a la fuerza laboral marque la hora de llegada en el reloj registrador, que se presente a tiempo, que trabaje duro y que no se aproveche de su patrón. Hay un nombre que se aplica a los que prefieren no seguir estas instrucciones: ¡Desempleados! ¿Por qué? Porque el jefe tiene a su cargo la elección de la empresa.

OBJETIVO VITAL “LA IMAGEN DE SU HIJO”

Escrito por: Charles Swindoll Tal vez usted nunca se haya detenido a considerar que Dios está dedicado a un objetivo principal en las vidas de todo su pueblo: "Conformarnos a la  imagen de su Hijo".  Necesitamos recurrir a esa meta eterna, ahora cuando  nuestra jaula está superpo­blada y nuestras vidas se están distanciando cada vez más unas de otras. Exactamente, ¿qué es lo que nuestro Padre celestial quiere desarrollar dentro de nosotros? ¿Qué es "la imagen de su Hijo"? Bueno, en vez de sumergirse hasta el cuello en las profundas y engañosas aguas teológicas, creo que la simple respuesta se halla en las propias palabras de Cristo. Veamos lo que él declara en cuanto a la razón fundamental de su venida: “P orque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” Marcos 10:45. Aquí no hay equívoco. Esta es simplemente una declaración sin ambages. El vino a servir y a dar. Tiene sentido, entonces, decir que Dio

¿YO, UN SIERVO?

Escrito por: Charles R. Swindoll   ¿Quién, yo un siervo? ¡Usted tiene que estar bromeando!   La idea de llegar a ser un siervo me parecía errónea o fatal. Ahora comprendo que la rechazaba a causa de que el concepto que yo tenía de siervo era algo que estaba entre un esclavo africa­no llamado Kunta Kinte, de la película Raíces, y los millares de obreros migratorios que, en el tiempo de la cosecha, llegan a tra­bajar en las tierras de cultivo de los Estados Unidos de América. Las dos clases representaban la ignorancia, eran objeto de mal­trato, tenían una vulgar ausencia de dignidad humana, y eran el epítome de muchas de las cosas a las cuales se opone el cristianis­mo.   Esta imagen mental me desalentaba por completo. En mi ca­beza había una caricatura de una criatura que virtualmente no tenía voluntad ni propósito en la vida… encorvada, abrumada de espíritu, sin estima de sí misma, sucia, arrugada y cansada. Usted me entiende, cierta clase de muía humana que, con un suspi

NO SER SUBJETIVOS IV

Escrito por: Watchman Nee CINCO Con respecto a la subjetividad, debemos observar otro asunto: nuestra subjetividad tiene que ser disciplinada por Dios a fin de que seamos las personas adecuadas para disciplinar a otros. Dios nos guiará a tratar asuntos disciplinarios con otras personas sólo cuando Él ya haya hecho lo mismo con nosotros. Él no confía en una persona subjetiva, ya que ella no puede hacer la voluntad de Dios y no tiene la manera de llevar a otros a hacer Su voluntad. Si una persona subjetiva es puesta en la obra para instruir a otros en el camino de Dios, su propia voluntad se manifestará diez veces más fuerte que la del Señor. Las personas subjetivas quieren que todos las escuchen a ellas. Una persona no puede ser usada por el Señor a menos que sea llevada a tal punto que haya perdido todo interés por ganar seguidores. Debemos permitir que seamos quebrantados y destrozados al grado que ya no busquemos que otros nos obedezcan. No debemos interferir c

NO SER SUBJETIVOS III

Escrito por: Watchman Nee Salmos 32:8-9 dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos. No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque si no, no se acercan a ti”. Esto es muy significativo. No debemos ser como el caballo o como el mulo. Una mula necia puede ser entrenada para ir a donde su amo le indique. Debería ser más fácil enseñar a los hijos de Dios a seguir la dirección divina que domar a un caballo. Un caballo, aun cuando haya sido domado, es considerado por Dios como una bestia “sin entendimiento”. Esto se debe a que el caballo sólo entiende la voluntad de su amo cuando es golpeado, empujado o llevado por las riendas. En cuanto a nosotros, debemos mirar el consejo que proviene de los ojos del Señor. Esto es algo que ni el caballo ni la mula pueden hacer. David dijo en este salmo: “te enseñaré... sobre ti fijaré mis ojos” (v. 8). Debemos s

NO SER SUBJETIVOS II

Escrito por: Watchman Nee CUATRO Otro gran problema de una persona subjetiva es que no puede recibir ninguna orientación de parte de Dios. No tiene manera de conocer cómo Dios lo guía y es completamente ignorante de esa guía. Las personas subjetivas se hallan muy lejos de la voluntad de Dios como lo están el polo norte y el polo sur. Les es imposible conocer la voluntad de Dios porque no llenan los requisitos de un seguidor de Dios. Para ser guiados por Dios se requiere ser flexibles y diligentes, y tener un oído que sepa escuchar. Cuando la palabra de Dios llega a una persona así, ésta actúa de inmediato de acuerdo a ella, sin interponer ningún punto de vista personal y subjetivo. El corazón de Balaam erró por su inclinación hacía las riquezas. En su juicio hubo subjetividad ya que insistió en su propia opinión. Fue por eso que Balaam oró una y otra vez hasta que Dios le permitió que fuera. Cuando la mente de un hombre es inflexible, le es difícil entender la vo

NO SER SUBJETIVOS

Escrito por: Watchman Nee UNO La subjetividad es otro defecto en el carácter de algunos hijos de Dios, especialmente de algunos obreros del Señor les impide hacer un buen trabajo. ¿Cuál es el significado de ser subjetivos? Ser subjetivos significa insistir en nuestras propias opiniones y rechazar otras opiniones. Significa tener una idea preconcebida antes de escuchar a otros y aferrarse a su propia idea aun después de haber escuchado a los demás. La subjetividad implica ser renuentes a aceptar otros puntos de vista o a ser corregidos. Significa tener una opinión propia desde el comienzo y siempre insistir en dicha opinión. Una persona subjetiva hace su propio juicio antes de escuchar lo que le diga el Señor, antes de examinar los hechos y antes de que otros presenten sus opiniones. Insiste en su juicio aun después de escuchar al Señor, después que se presenten los hechos y después que otros hayan presentado su punto de vista del asunto. Este es el significado