Escrito por: Sergio A. Perelli
La semana previa a la Navidad, mientras preparaba un café; mis oídos no dejaron escapar una conversación que se estaba desarrollando en un programa de televisión que mi hijo menor estaba viendo.
Entonces, decidí pasar a la habitación en donde se encontraba Giovanni y la escena de la serie televisiva presentaba a un padre que tenía a sus hijos reunidos alrededor de la mesa familiar y a los cuales les hacía la siguiente pregunta: ¿qué es la Navidad para Ustedes?
El mayor de los hijos tomando la iniciativa respondió: “Papá, si le hicieras la misma pregunta a 100 personas tendrías 100 respuestas diferentes”.
¿Será que si yo les pregunto a 100 personas que pudiera encontrar participando de una carrera para comprar regalos en un centro comercial qué es la Navidad para ellos; obtendría 100 respuestas diferentes?
Tengo que confesar que me siento inclinado a estar de acuerdo con el enunciado que salió de los labios del joven actor porque en la misma semana había escuchado algo similar en un programa de radio con el agregado de que muchos llegaron a la conclusión de que: “La Navidad puede tener muchos significados…es un tiempo de familia, de dulces, de regalos, de fiestas, de amigos, de solidaridad, de ocio, de compras, de cenas, de nieve, etcétera.”
¿Será que en el etcétera están incluidas las borracheras y todas las obras de la carne?
¿Será que en el etcétera está incluido Papá Noel?
O ¿será que en el etcétera alguien pensó en el nombre de JESUS?
No me extraña que en el mundo en que vivimos los nombres de los personajes de Papá Noel, de Santa Claus, de San Nicolás, del niño Dios, hayan reemplazado el nombre de JESUS; pero el temor más grande que tengo es que en la Navidad, JESUS tampoco sea el invitado de honor en los hogares de familias que dicen profesar el Cristianismo.
Yo aproveché la oportunidad para preguntarle a mi hijo: ¿qué es la Navidad para ti?
Su respuesta fue: “En la Navidad celebramos el nacimiento de Jesús, que vino al mundo para morir por nuestros pecados en la Cruz”.
¿No fue el mismo apóstol que escribió: “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que CRISTO JESUS VINO AL MUNDO PARA SALVAR A LOS PECADORES, DE LOS CUALES YO SOY EL PRIMERO?” 1 Timoteo 1:15.
Cuando el ángel del Señor se le apareció en sueños a José para anunciarle que María daría a luz un niño le dijo: “Llamarás su nombre JESUS, porque EL SALVARA A SU PUEBLO DE SUS PECADOS”.
No existe otra razón válida para celebrar la Navidad de que “CRISTO VINO AL MUNDO A SALVARNOS” y esto es lo que debería significar la Navidad también para Usted.
©Chalo Jimenez- BUSCANDO A DIOS -2009. Derechos Reservados.
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