06/Sept/2008| Por: Gonzalo Jiménez
Dios es bueno.
Discuten acerca de la inquisición, que en si misma es condenatoria.
Jesús no vino a condenar sino a salvar. Creen que la condición actual de la
mujer es culpa de Dios cuando en su Palabra le ha dado una posición de honor.
Se mofan de violar niñas de 16 años en Melgar o en una playa al
ritmo de una parranda vallenata, de cogerle el rabo a la empleada de servicio, de seducir y violar mujeres
casadas a la luz de películas licenciosas en moteles, lugares de reunión de
pederastas y asesinos, territorios “asequibles” a sus impasibles pensamientos,
para rebajarlas a la minima expresión del ser y luego dicen que porqué Dios, ha
permitido que ellas: las mujeres, permanezcan en un segundo o tercer plano, sin
apenas voluntad.
Y apelan al poder de Dios para normalizar esta situación en un
plano más justo y evitar que en pleno siglo XXI, en zonas rurales de Colombia
haya mujeres que existan poco menos que como un animal doméstico al cuidado y
posesión del hombre, cosa que se sigue permitiendo en medio mundo.
Disque Dios odia a Bertrand Rusell,
a David Hume, a Spinoza, a Luis Buñuel, a Sartre a Epicuro o cualquier
pensador, científico, filósofo, artista, o ciudadano del común que se atreva a
poner en tela de juicio sus dogmas.
Él no los odia, ya quedo claro que todo aquel que decida creer en
Jesucristo como único salvador tiene posibilidades de salvarse. La inteligencia
nos fue dada por Dios.
Y Vuelven a cuestionar estos habitantes del cartucho espiritual,
que en cambio si ha patrocinado y permitido que por mas de 20 siglos los
fanáticos religiosos se hayan podido burlar, condenar, ridiculizar, mirar por
encima del hombro e incluso eliminar, asesinar a quienes no comulgan con su
catecismo de anatemas. Otra cosa que no saben: Dios es justo e infinita su
misericordia.
Quieren vivir estos crápulas con igualdad de derechos y
obligaciones, pero no quieren vivir la vida que Dios demanda en su Palabra
verdadera y eterna, porque solo la miran parcialmente, como con un limitado
retrovisor que solo alcanza a ver el Sangriento Antiguo Testamento y se
distraen y no logran apreciar la
Sangre del nuevo pacto que compro su libertad en la cruz del
calvario.
“Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios
es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.” 1 Juan
4:16
Dios es bueno, no le gustan los programas radiales o televisivos
usados para burlarse de Él. Dios es bueno, porque sabe reírse, de hecho el
colocó la sonrisa en nuestros labios, tiene sentido del humor, no como lo
concibe el hombre postmoderno con chistes de doble sentido o morbosos. La
alegría está en forma de esperanza, de vida, de resurrección, de paz, de amor,
de tranquilidad, de gozo, de eternidad, no es pasajera como la de los
pervertidos manoseadores de niñas. De nuevo se quedaron mirando al antiguo
testamento y no miraron el nuevo, el de las buenas nuevas, el de la salvación,
el de la redención, el de la regeneración, el del nuevo nacimiento.
Dios es bueno, no obliga a nadie en la tierra, no tiene títeres,
ni empleados, solo siervos, personas comprometidas con su servicio. La
naturaleza de Dios es buena, en Él no hay maldad. No obliga al celibato, La Biblia en ningún versículo
lo menciona como obligatorio.
Dios es bueno, habita en la luz, por eso nunca iría a un puti-club,
no lo necesita, a menos que sea para salvar a algún descaminado de las azarosas
tinieblas. Nunca Juzga. María Magdalena es un buen ejemplo, le ordenó no pecar
más. Dios es un Padre Amoroso, aquellos que no entienden esto, seguramente han
carecido del amor paternal en sus hogares, es entendible, vivimos en la sociedad
de las madres solteras, cabezas de hogar.
Cuando hablamos con Dios estamos orando. Y algunos hasta se
preguntaran
¿como habla Dios? Muy sencillo: Por Su Palabra, en la Oración y por
medio de las distintas circunstancias.
Dios es bueno, “su voluntad es buena, agradable y perfecta”, la gran
tarea de Satanás es distorsionar la imagen de Dios. Dios es humilde, tan
humilde como que abandono su morada en el cielo para venir a este lugar en
medio de bandidos, a salvarnos. La solución esta aquí en medio de nosotros, el
remedio para la enfermedad llamada pecado es Jesucristo.
“Oren sin cesar” 1 Tesalonicenses 5:17
A menudo me imagino a Dios montado en una Harley, o en pantaloneta
por las playas de Santa Marta con un refresco en la mano, pasándola rico. O
viendo una agradable función de teatro o una buena película, escuchando una
buena melodía al calor de un vino con amigos imperfectos y cálidos, buenas
personas en casi todos los aspectos de la vida, que quieran seguirle y ser
salvos solo por la gracia. Para los que no conocen a Dios, para aquellos que
creen que Dios es taciturno, trascendental, psicorígido, amargado, aguafiestas,
solo porque no pone el mundo como ellos quieren.
Dios existe, es verdad, es real, esta aquí: Cristo vive. Tan
cierto como que el universo está en expansión. No lo dudo ni un solo instante.
Dios es bueno, cada día más gente se compromete con tener una relación íntima y
personal con Él, contrario a lo que dicen sus detractores, que se está quedando
sin clientela, qué tontería!!!
“Cielo y tierra pasarán más su palabra no pasará” Dios es eterno.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Dios fundó una multinacional
de la fe con mucha influencia, si, así ha sido por miles de años, y así seguirá
siendo hasta su segunda venida. Los que necesitamos renovarnos somos nosotros,
comprometernos más con la gran comisión, de ir y predicar el evangelio y
bautizar en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo.
Siento mucho la condición de incontables seres, como la condición
del ser en el que habitan, muertos se encuentran. Pero también hay una
oportunidad para los Deístas, Jesús murió por todos.
Arrepiéntete y cree en el evangelio, de esa manera todos los
demonios huirán de ti en unas vacaciones perpetuas. Quédate ahí pero confiando
en Dios porque en Él está toda la esperanza.
"LA CALUMNIA"
Puede
una gota de lodo
sobre un Diamante caer;
Puede también de este modo
su fulgor obscurecer;
Pero aunque el diamante todo,
Se encuentre de fango lleno;
El Valor que lo hace bueno;
No perderá ni un instante;
Y ha de ser siempre diamante;
Por mas que lo manche el cieno.
Rubén
Darío
Gonzalo
Jiménez
Discuten acerca de la inquisición, que en si misma es condenatoria.
Jesús no vino a condenar sino a salvar. Creen que la condición actual de la
mujer es culpa de Dios cuando en su Palabra le ha dado una posición de honor.
Se mofan de violar niñas de 16 años en Melgar o en una playa al
ritmo de una parranda vallenata, de cogerle el rabo a la empleada de servicio, de seducir y violar mujeres
casadas a la luz de películas licenciosas en moteles, lugares de reunión de
pederastas y asesinos, territorios “asequibles” a sus impasibles pensamientos,
para rebajarlas a la minima expresión del ser y luego dicen que porqué Dios, ha
permitido que ellas: las mujeres, permanezcan en un segundo o tercer plano, sin
apenas voluntad.
Y apelan al poder de Dios para normalizar esta situación en un
plano más justo y evitar que en pleno siglo XXI, en zonas rurales de Colombia
haya mujeres que existan poco menos que como un animal doméstico al cuidado y
posesión del hombre, cosa que se sigue permitiendo en medio mundo.
Disque Dios odia a Bertrand Rusell,
a David Hume, a Spinoza, a Luis Buñuel, a Sartre a Epicuro o cualquier
pensador, científico, filósofo, artista, o ciudadano del común que se atreva a
poner en tela de juicio sus dogmas.
Él no los odia, ya quedo claro que todo aquel que decida creer en
Jesucristo como único salvador tiene posibilidades de salvarse. La inteligencia
nos fue dada por Dios.
Y Vuelven a cuestionar estos habitantes del cartucho espiritual,
que en cambio si ha patrocinado y permitido que por mas de 20 siglos los
fanáticos religiosos se hayan podido burlar, condenar, ridiculizar, mirar por
encima del hombro e incluso eliminar, asesinar a quienes no comulgan con su
catecismo de anatemas. Otra cosa que no saben: Dios es justo e infinita su
misericordia.
Quieren vivir estos crápulas con igualdad de derechos y
obligaciones, pero no quieren vivir la vida que Dios demanda en su Palabra
verdadera y eterna, porque solo la miran parcialmente, como con un limitado
retrovisor que solo alcanza a ver el Sangriento Antiguo Testamento y se
distraen y no logran apreciar la
Sangre del nuevo pacto que compro su libertad en la cruz del
calvario.
“Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios
es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.” 1 Juan
4:16
Dios es bueno, no le gustan los programas radiales o televisivos
usados para burlarse de Él. Dios es bueno, porque sabe reírse, de hecho el
colocó la sonrisa en nuestros labios, tiene sentido del humor, no como lo
concibe el hombre postmoderno con chistes de doble sentido o morbosos. La
alegría está en forma de esperanza, de vida, de resurrección, de paz, de amor,
de tranquilidad, de gozo, de eternidad, no es pasajera como la de los
pervertidos manoseadores de niñas. De nuevo se quedaron mirando al antiguo
testamento y no miraron el nuevo, el de las buenas nuevas, el de la salvación,
el de la redención, el de la regeneración, el del nuevo nacimiento.
Dios es bueno, no obliga a nadie en la tierra, no tiene títeres,
ni empleados, solo siervos, personas comprometidas con su servicio. La
naturaleza de Dios es buena, en Él no hay maldad. No obliga al celibato, La Biblia en ningún versículo
lo menciona como obligatorio.
Dios es bueno, habita en la luz, por eso nunca iría a un puti-club,
no lo necesita, a menos que sea para salvar a algún descaminado de las azarosas
tinieblas. Nunca Juzga. María Magdalena es un buen ejemplo, le ordenó no pecar
más. Dios es un Padre Amoroso, aquellos que no entienden esto, seguramente han
carecido del amor paternal en sus hogares, es entendible, vivimos en la sociedad
de las madres solteras, cabezas de hogar.
Cuando hablamos con Dios estamos orando. Y algunos hasta se
preguntaran
¿como habla Dios? Muy sencillo: Por Su Palabra, en la Oración y por
medio de las distintas circunstancias.
Dios es bueno, “su voluntad es buena, agradable y perfecta”, la gran
tarea de Satanás es distorsionar la imagen de Dios. Dios es humilde, tan
humilde como que abandono su morada en el cielo para venir a este lugar en
medio de bandidos, a salvarnos. La solución esta aquí en medio de nosotros, el
remedio para la enfermedad llamada pecado es Jesucristo.
“Oren sin cesar” 1 Tesalonicenses 5:17
A menudo me imagino a Dios montado en una Harley, o en pantaloneta
por las playas de Santa Marta con un refresco en la mano, pasándola rico. O
viendo una agradable función de teatro o una buena película, escuchando una
buena melodía al calor de un vino con amigos imperfectos y cálidos, buenas
personas en casi todos los aspectos de la vida, que quieran seguirle y ser
salvos solo por la gracia. Para los que no conocen a Dios, para aquellos que
creen que Dios es taciturno, trascendental, psicorígido, amargado, aguafiestas,
solo porque no pone el mundo como ellos quieren.
Dios existe, es verdad, es real, esta aquí: Cristo vive. Tan
cierto como que el universo está en expansión. No lo dudo ni un solo instante.
Dios es bueno, cada día más gente se compromete con tener una relación íntima y
personal con Él, contrario a lo que dicen sus detractores, que se está quedando
sin clientela, qué tontería!!!
“Cielo y tierra pasarán más su palabra no pasará” Dios es eterno.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Dios fundó una multinacional
de la fe con mucha influencia, si, así ha sido por miles de años, y así seguirá
siendo hasta su segunda venida. Los que necesitamos renovarnos somos nosotros,
comprometernos más con la gran comisión, de ir y predicar el evangelio y
bautizar en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo.
Siento mucho la condición de incontables seres, como la condición
del ser en el que habitan, muertos se encuentran. Pero también hay una
oportunidad para los Deístas, Jesús murió por todos.
Arrepiéntete y cree en el evangelio, de esa manera todos los
demonios huirán de ti en unas vacaciones perpetuas. Quédate ahí pero confiando
en Dios porque en Él está toda la esperanza.
"LA CALUMNIA"
Puede
una gota de lodo
sobre un Diamante caer;
Puede también de este modo
su fulgor obscurecer;
Pero aunque el diamante todo,
Se encuentre de fango lleno;
El Valor que lo hace bueno;
No perderá ni un instante;
Y ha de ser siempre diamante;
Por mas que lo manche el cieno.
sobre un Diamante caer;
Puede también de este modo
su fulgor obscurecer;
Pero aunque el diamante todo,
Se encuentre de fango lleno;
El Valor que lo hace bueno;
No perderá ni un instante;
Y ha de ser siempre diamante;
Por mas que lo manche el cieno.
Rubén
Darío
Gonzalo
Jiménez
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