Ir al contenido principal

LA SANIDAD DEL CORAZON


Escrito por: Luz Miriam Scarpeta

Vencer y perdonar, es vencer dos veces.
Pedro Calderón de la Barca

Como seres humanos estamos expuestos a ser heridos por los demás o por las circunstancias de la vida, por tal razón, es importante que aprendamos a experimentar el perdón como un principio y no como un sentimiento. 

No es sensato pensar en que perdonaremos en el momento en el que sintamos el deseo de hacerlo, porque en realidad, guiados por los sentimientos, tal vez nunca lo hagamos. 

Más aún, cuando hemos creído que perdonar implica olvidar, lo cual no es posible, el evento que nos ha hecho daño queda grabado en nuestras mentes y ha herido nuestro corazón. 

La falta de perdón, hace que esa herida se convierta en una raíz de amargura. 

Perdonar significa tener la capacidad de recordar lo sucedido y no experimentar ninguna alteración negativa en nuestras emociones. 

Cuando realmente hemos perdonado, podemos tener una visión correcta de las cosas, en cambio, mientras exista esa raíz de amargura, tendremos una visión distorsionada de cada situación que se presenta en la vida. Necesitamos buscar la restauración y sanidad de nuestro corazón para llevar una vida equilibrada.


Por tal razón, debemos aprender a sacar la basura de nuestro corazón, así como sacamos la de nuestras casas y cuando no lo hacemos, es natural que comience a podrirse, a generar malos olores, mosquitos y contaminación del ambiente. Una señal clara de falta de perdón es cuando no contestamos sino que reaccionamos. De allí que muchas veces nos encontremos con personas a las que se les menciona un tema y se ponen furiosas, cuando en nuestro corazón no había ninguna intención de ofenderles, esa es una reacción que indica que hay un corazón resentido que necesita perdonar. 

El perdón libera y trae sanidad al corazón. A veces somos tan ignorantes con este tema, que pensamos que el perdonar es hacerle un favor a la persona que nos hirió, nada más lejos de la realidad, quien más se beneficia en un proceso de perdón, es quien decide perdonar. 

Dios nos enseña el principio del perdón cuando nos dice que por amor a sí mismo, perdona nuestros pecados y no se acuerda de nuestras transgresiones. Recordemos también que cuando Jesús estaba en la cruz muriendo por nuestros pecados, exclamó: "Padre, perdónales porque no saben lo que hacen". 

Esa es la visión correcta del perdón, pensar que quien nos hiere, lo hace más por ignorancia que por maldad y evitar lanzar juicios que a lo único que conducen es a resentir nuestro corazón. 

Empecemos entonces por derribar la barrera del orgullo, pedir perdón a quiénes hayamos herido y reconocer que a lo largo de nuestra vida también hemos sido muy heridos y tenemos una necesidad urgente de perdonar, renunciando al deseo de venganza, seguros de que en los cielos tenemos un Dios justo que se encargará del asunto.

© Chalo Jiménez, Mayo de 2008. Derechos Reservados.
Prohibida su reproducción total o parcial sin la autorización del autor.

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL PROPOSITO DE DIOS CON ABRAHAM

El propósito de Dios al llamar a Abraham era rescatar al hombre de su condición pecaminosa. No debemos considerar la elección de Abraham como un asunto personal. Al elegirlo, Dios tenía el propósito de recobrar al hombre que se hallaba en una condición de pecado. Examinemos detenidamente lo que incluye el llamamiento de Abraham y los resultados del mismo. En este llamado vemos el propósito, el plan y la predestinación de Dios. También vemos la solución a los problemas relacionados con el pecado y el diablo. Que el Señor abra nuestros ojos para que veamos estas verdades. Génesis 12:1 dice: “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré”. Dios llamó a Abraham a salir de su tierra, de su parentela y de la casa de su padre. Este es un asunto de herencia, pues el versículo 2 dice: “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición”. La expresión “una nación grand

ACEITE PARA LAS OVEJAS

Escrito por: Gonzalo Jiménez “...Unges mi cabeza con aceite...” Salmos 23: 5b RV60 David el gran personaje Bíblico, cuando era joven tuvo como oficio ser Pastor de Ovejas, por encargo de su padre. David sabía muy bien cómo cuidar un rebaño, si se trataba de librarlo de las garras de un oso o un león reaccionaba con furia, 1 Samuel 17:34-35, pero hay situaciones que vivían las ovejas donde había que actuar con inteligencia. Aunque la mayor parte del año las ovejas son animales tranquilos y pacíficos, además de los ataques de las fieras salvajes, las ovejas viven episodios que pueden ser mortíferos: Ataques de insectos: Los insectos pueden llegar a ser muy incómodos para las personas, pero para las ovejas, los insectos como las moscas de la nariz pueden ser mortales, particularmente en el verano. Las moscas depositan huevos en las membranas blandas de la nariz, esos huevos se convierten en larvas con forma de gusano y vuelven locas a las ovejas. Para librarse de las moles

LA PERLA DE GRAN PRECIO

Escrito Por: Charles Swindoll  Ahora, permítame decirle lo peor de todo, y lo digo con vergüenza. No fue sino hasta el día siguiente cuando me llegó a la mente que yo había actuado en forma egoísta en todo esto. ¡Y hablar de un punto ciego en la retina! Como usted ve, en la escuela aprendí a estar atento a mi yo. Esto lo perfeccioné en la Infantería de Marina y desarrollé métodos para llevarlo a cabo con real astucia en el seminario, cuando me preparaba para ser ministro. ¡Epa! Esta es la profesión en que un tipo puede salirse con la suya casi sin ser nunca criticado por ello… aunque debiéramos ser criticados! ¿Pero quién en el mundo va a levantar su índice contra un clérigo? ¿Quién quiere tocar a "los ungidos de Dios" (nuestro título favorito), y arriesgarse a que le venga una lepra avanzada?  Pero mi egoísmo no comenzó en la escuela, ni en la Infantería de Marina, ni en el seminario. Yo, como usted, nací con una naturaleza caída. Es una enfermedad que nos afecta a todos