Escrito por: Chalo Jiménez
“Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado” Juan 15:12
Un soldado le dijo a su teniente: Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor. Solicito permiso para ir a buscarlo. - Permiso denegado replicó el oficial No quiero que arriesgue su vida por un hombre que probablemente ha muerto -. El soldado, sin hacer caso, salió. Una hora más tarde regresó, mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo.
El oficial estaba furioso: ¡Le dije que había muerto! Dígame: ¿merecía la pena ir allá para traer un cadáver? Y el soldado, casi moribundo, respondió: ¡Claro que sí, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: "¡Estaba seguro de que vendrías!".
Un amigo es aquel que llega cuando todo el mundo se ha ido.
Que difícil es encontrar por estos días un amigo, una persona comprometida con la vida de otro ser humano. Nos encontramos frente a una sociedad que no se implica en nada y con nadie, indiferente, materialista y egoísta.
Los amigos de la postmodernidad están determinados por lugares y circunstancias. En cuanto nos movemos de sus círculos de influencia nos abandonan y si nuestras situaciones cambian renuncian, pero si se enteran que tenemos una bendición, entonces de repente nos extrañan, nos recuerdan, nos visitan y nos fusilan. Con este tipo de amigos es suficiente con emitir un concepto diferente para que sus mentes débiles sean removidas y entonces nos quedamos solos.
La iglesia en este asunto tampoco es la solución, llevándole de esta forma la contraría a
Debemos vivir como si el mundo fuera la iglesia y todos los días como si fueran el día del Señor.
Ni siquiera la historia entre el Rey David y Jonatan mueve al cuerpo de Cristo en este tema, este relato de compañerismo y fidelidad parece sacado de un cuento de hadas.
La verdad, todo inicia en los hogares, los padres no son amigos de sus hijos, vivimos en un mundo facilista, entre menos nos esforcemos mejor, la tecnología se ha robado lo principal de las familias. Cambiamos los almuerzos al pie del río, por largas jornadas frente a un computador chateando con amigos virtuales. Los padres abandonaron el rol de consejeros, primero no acompañan a sus herederos hasta la madurez y segundo no les enseñan a ser amigos.
Hoy más que nunca, y en especial la juventud, anhela tener un verdadero amigo que no le falle, que sea su fiel confidente, que se la juegue cuando hay que afrontar dificultades y que sea sincero. Lamentablemente lo que más abunda en el medio, en el entorno social, son los oportunistas, los parásitos, los que se acercan sólo por el dinero, el interés, lo que nos manipulan para sacar provecho para su propio beneficio. ¿Quién se la juega por nosotros? ¿Nuestros amigos de la infancia, los compañeros de escuela, los amigos del barrio o los colegas del trabajo? Hagamos memoria y reflexionemos para darnos cuenta quien de ellos estaría dispuesto a dar su vida por nosotros.
Hace casi una década mi vida giró drásticamente al comenzar una relación intima y personal con Jesucristo. He descubierto con los años su incomparable amor y fidelidad. Al cambiar mi estilo de vida todas las personas consideradas hasta ese momento mis amigos volaron y sólo uno ha permanecido fiel y constante, por estos días recordaba que cumplimos 18 años de pura amistad, nos conocimos en el año 90 sirviendo en el Ejército de Colombia. Es de carne y hueso. El es el soldado amigo. Jesús ha llenado mi vida del amor suficiente para darlo a los demás, hoy tengo nuevos amigos en Cristo, hermanos de verdad, pero también hay muchos a los que les he brindado mi incondicional apoyo y han preferido callar. Sus voces se silenciaron para dar paso al vacío de la amistad.
Jesús es el mejor amigo, incondicional y fiel. ¿Quieres ser amigo del Señor Jesús?
Aquí está la formula correcta para tener una relación duradera con Él: "Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes” Juan 15:14-15
“Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos” Juan 15:13
© Chalo Jiménez 2008. Derechos Reservados.
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