Escrito por: Myles Munroe
Estos programas son exitosos porque muchos buscan maneras de escapar del control inestable cultural, social y económico. Ansiamos el poder porque la vida puede ser muy incierta, terrible y dolorosa. Quizás sea también este deseo e impulso inherente de controlar nuestras circunstancias el que genera la creación de los superhéroes, como Superman, Batman, la Mujer Maravilla, los Cuatro Fantásticos, los Hombres X, y los Caballeros Jedi de La Guerra de las Galaxias.
Todos estos caracteres llenan nuestras profundas fantasías psicológicas de poseer la habilidad de controlar la vida, el destino y las situaciones a nuestra voluntad. Creo que el éxito masivo de muchas películas taquilleras que glorifican esas figuras imaginarias en contraste con los logros menores de las películas de la vida real es la prueba que nuestro deseo por poder y control es universal y naturalmente humano.
Deseamos control sobre la crisis. También es interesante notar que algunos de nuestros más exitosos superhéroes tienen sus orígenes en otro mundo o planeta distante. Esto puede indicar que, en lo profundo del corazón humano, existe una inconsciente percepción de que la solución a nuestro dilema terrenal no puede venir de nuestro propio planeta. Más bien, nuestra ayuda debe venir de otro reino, y, nuestro futuro yace en algún lugar fuera de nuestro mundo. Hay más verdad en esto de lo que quisiéramos admitir.
Existen soluciones para los problemas y las crisis en nuestras familias, comunidades, negocios, países y mundo. Como planeta bajo asedio, necesitamos ayuda de una autoridad superior, ayuda de un mundo mayor que tenga la habilidad de suplir nuestras necesidades. Necesitamos a alguien de ese mundo que tenga la experiencia de traer luz a la oscuridad, dar vida en la esterilidad y ordenar el caos. Si pudiéramos identificar a esa persona y viniera a la tierra para resolver todos nuestros problemas, este podría naturalmente llamarse la persona más importante sobre la tierra.
Sólo una persona tiene esas calificaciones. En realidad, ya está aquí sobre la tierra. Debemos encontrarlo, llegar a entenderle y descubrir Su propósito, intención, programa y estrategia para capacitarnos a recobrar nuestra autoridad y poder, y, para influenciar la vida sobre la tierra, para lo cual fuimos creados. Los seres humanos de todas las edades, géneros, nacionalidades y grupos étnicos están en la búsqueda de propósito e importancia. Considere:
- La cantidad de religiones en el mundo que buscan la explicación de nuestra existencia.
- La grande y creciente cantidad de libros sobre "autoayuda" en los estantes de las librerías.
- El enorme énfasis en los países del Oeste sobre auto actualización.
- La búsqueda constante de la comunidad científica sobre el origen de la vida.
- La lucha continua de los pueblos tercermundistas para obtener libertad y sentido de identidad para sus naciones y para ellos mismos.
Buscamos como entender el por qué estamos aquí, la importancia del mundo en que vivimos, y cómo podemos lograr nuestro potencial personal. Queremos saber si nuestras vidas individuales tienen algún significado real en la vasta expansión de la historia y el tiempo.
¿Por qué luchamos con estas preguntas? ¿Por qué todavía no sabemos las respuestas? ¿Qué nos hace tan introspectivos y continuamente deseosos de encontrar el significado para nosotros y nuestro mundo?
“REGRESE AL FABRICANTE"
No sería maravilloso si todos los seres humanos naciéramos con las "instrucciones del fabricante" atadas a las muñecas, explicando quiénes somos y cómo funcionamos? (por supuesto que aunque así fuera, la mayoría probablemente no leeríamos las instrucciones y trataríamos de descifrar la vida en la marcha!)
Creo que los seres humanos venimos con el equivalente a las instrucciones de operación que nos da las respuestas a nuestras preguntas más profundas sobre nosotros mismos y nuestro mundo. Parte de esta información ha sido colocada dentro de nosotros; el resto nos ha sido entregado por nuestro Creador o "Fabricante" en forma escrita. La razón por la que estamos llenos de incertidumbre y confusión acerca de la vida es que hemos perdido nuestra conexión con estas instrucciones originales: No nos hemos detenido a reconocer nuestra programación interna o a leer nuestro manual de la vida para entender nuestro potencial personal o cómo funcionamos. Es por esto que no podemos ver el propósito del mismo mundo y cómo se supone que marche.
Cuando tratamos, pero fallamos en resolver lo que está roto en nuestras vidas y en nuestro mundo, es porque las etiquetas de nuestro Fabricante se han descolorado y no hemos leído esta instrucción crucial: "No trate de repararse usted mismo. Regrese al Fabricante".
Es el Fabricante quien...
- Tiene el plano original.
- Sabe cómo reparar lo que está roto dentro de nosotros.
- Puede proveer la pieza de reemplazo para lo que está perdido en nuestras vidas.
Cuando volvemos a descubrir la intención original del Fabricante, entendemos nuestro propósito, nuestro potencial y la importancia del papel que jugamos en este mundo.
EL GOBIERNO DEL REINO
La mente de nuestro Fabricante no inventó la vida fragmentada que tenemos hoy, con sus divisiones entre las naciones y los grupos de personas, disputas entre las familias, su doble ánimo y ética, su abuso y pérdida. Él imaginó una vida metódica pero enérgica en la que cada persona pudiera lograr su máximo potencial en conjunto con otros para el mayor bienestar de los individuos y la comunidad de los seres humanos. El plano original del Creador fue de un gobierno del reino sobre la tierra como una extensión y reflejo de Su grande y espiritual reino.
Este gobierno terrenal fue formado para ser una colonia próspera con la humanidad como sus ciudadanos, y sus co-gobernadores locales representando al Reino. Nuestro mandato era el de transformar la colonia en la naturaleza del Reino. El carácter de la colonia inicial fue pacífico y productivo debido a la generosa naturaleza de su Creador y Soberano. Los intereses del Creador son el bienestar, productividad y realización de sus ciudadanos. Su gobierno es perfecto, rige benévolamente.
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