Escrito por: Chalo Jiménez
“Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quien devorar.” 1 Pedro 5:8
El tipo de presa capturada por los leones varía desde insectos hasta jirafas, aunque suelen mostrar preferencia por animales grandes como la cebra. La caza se produce al atardecer y es realizada por las hembras. La técnica empleada consiste en acechar primero a la presa y cuando ésta se encuentra a la distancia adecuada, perseguirla a gran velocidad para derribarla en una carrera en la que pueden alcanzar los
No en vano
Sansón, fue un hombre consagrado a Dios desde antes de nacer, pero cedía fácilmente a los impulsos de la carne, en una ocasión enfrentó a un cachorro de león y envestido por el poder del Espíritu Santo logró despedazarlo, sin embargo matar al león no fue suficiente, pasado algún tiempo Sansón “se apartó del camino” para mirar al león muerto del cual sacó miel y tomó, una de las advertencias para un Nazareo era no contaminarse con nada impuro, como un cadáver, (ver Números 6). Después de un pecado vendrá otro y otro, primero contempla la tentación, luego se casa en yugo desigual, sigue con un banquete y como consecuencia de todo esto, su esposa muere quemada y él termina solo en una cueva. Jueces 13-14
¿Cuantas situaciones has vivido, que han traído consecuencias nefastas sobre tu vida?, vencer al león de la tentación es una tarea de todos los días, con razón el apóstol Pedro dice, “practiquen el dominio propio y manténganse alerta”
No será mejor tener la actitud de Benaías, quien se metió en una cisterna (pozo) y mató a un león, las cisternas abandonadas quedaban rotas sirviendo de símbolo de los placeres terrenales, luego sale y mata un egipcio de gran estatura. Satanás, el mundo y la carne son tres peligrosos enemigos de gran estatura que debemos enfrentar. Observemos lo que sucedió cuando Benaías salio vencedor: “se destacó más que los treinta valientes y fue colocado al mando de la guardia personal del rey”. 2 Samuel 23:20,23
Aprópiate de esta gran verdad, entra a la cisterna de tu corazón y enfrenta a ese león muerto que no te puede dominar y que sólo te ha querido engañar.
Apocalipsis 5:5. “¡Deja de llorar, que ya el león de la tribu de Judá, la raíz de David ha vencido!”
© Chalo Jiménez 2008. Derechos Reservados.
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