Escrito por: Chalo Jiménez
“El Señor le dijo a Moisés: Labra dos tablas de piedra semejantes a las primeras que rompiste. Voy a escribir en ellas lo mismo que estaba escrito en las primeras” Éxodo 34:1
Alguna vez te has cuestionado ¿por qué los diez mandamientos fueron tallados en un par de cuadros y en roca? La respuesta es simple para guiarnos en nuestros deberes, tanto para con el Salvador como para con nuestros semejantes y para indicar su perpetuidad, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.” Mateo 24:35, del mismo modo que denota la dureza de nuestros espíritus.
Los primeros términos fueron labrados y rotos en el edén por la desobediencia. Cuando Dios creó al ser viviente a su imagen y semejanza la carta moral fue esculpida en su interior, pero como el pacto fue quebrantado, se necesitó del ministerio de los hombres para escribir de nuevo su constitución en las sagradas escrituras y en la humanidad caída.
Hoy el Creador de los cielos quiere marcar sus estatutos en el centro de tu vida. Con su dedo, voluntad y poder, Él comenzará a entallar sus ordenanzas en tu alma a través de su Santo Espíritu. Fue en el sermón del monte, donde Jesús renovó las tablas y las hizo como las primeras, no hay mejor evidencia del perdón de pecado y de la paz con nuestro amado Padre que tener grabados muy adentro sus mandatos.
El desierto es el taller que el maestro usa para trazar, como lo hizo con Moisés, es allí donde tenemos la posibilidad de subir a la montaña del Eterno en oración, de mañana y sin compañía, con un ánimo dispuesto, para experimentar su presencia y escuchar los mensajes acerca de su amor, su compasión y su justicia, Éxodo 34:2,5.
Como con un cincel golpeado con un martillo el Todopoderoso tallara sus normas en nosotros, doloroso proceso, pero necesario, para manifestar su amor a aquellos que queremos buscarle y vivir conforme a sus propósitos.
Cuantas veces cuestionamos las herramientas y lugares que el gran Yo Soy usa para grabar su código, ¿por qué mejor no prepararse y entregarse de manera voluntaria al buen Artesano? teniendo la certeza de que jamás nos maltratará y por el contrario estar confiados en que Él hace un excelente trabajo, al realzar sus palabras: “—"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente" —le respondió Jesús—. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a éste: "Ama a tu prójimo como a ti mismo." De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.” Mateo 22:37-40.
“Éste es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel —afirma el Señor—: Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo” Jeremías 31:33
© Chalo Jiménez 2008. Derechos Reservados.
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