Escrito por: Chalo Jiménez
“Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” Marcos 10:45
En el antiguo sistema feudal japonés, un Samurai era un individuo perteneciente a una clase inferior de la nobleza, constituida por los militares que estaban al servicio de los daimios o señores feudales.
Un Ronin era el Samurai que por alguna razón se quedaba sin señor. Literalmente perdían el sentido de la vida. Eran siervos sin amo. La palabra Ronin significa “hombre ola” a la deriva en el mar de la vida.
Algunas de las razones por las que un Samurai podía convertirse en un Ronin eran: la primera, porque su señor era muerto o asesinado, en general ellos respondían buscando la venganza del honor de su señor; la segunda, porque eran despedidos y trataban de reconciliarse con su señor, por una guerra, por mal comportamiento o por hacer algo indebido.
Hay una historia considerada como leyenda nacional en Japón, es la leyenda de los 47 Ronin. Esta historia se desarrolló a comienzos de los años 1700 y es la leyenda más famosa del código de honor Samurai Bushido. Cuenta la historia que un grupo de 47 Samuráis, se vieron obligados a convertirse en Ronines de acuerdo a su código de honor, después de que su señor se viera obligado a cometer el ritual para suicidarse, conocido como “seppuku”, por haber agredido a un alto funcionario judicial llamado Kira Yoshinaka, en una sede de gobierno.
Los Ronines idearon un plan para vengar a su señor, el cual consistía en liquidar a Yoshinaka, y a toda su familia, esperaron un año y medio para no despertar sospechas, luego de llevar a cabo su plan y asesinar a Kira se entregaron a la justicia y fueron sentenciados al seppuku. Esta legendaria historia se hizo muy popular en la cultura Japonesa, porque muestra la lealtad, el sacrificio, la persistencia y el honor que los orientales preservaban en su vida diaria. La popularidad de la casi mítica historia aumentó cuando muchas personas anhelaron un regreso a sus raíces culturales en medio de la rápida modernización Asiática.
Originalmente la palabra siervo denota la posición de un esclavo. Un siervo es un esclavo de un señor.
El título más alto que alguien le hubiera dado a una persona en el Antiguo Testamento era llamarle "El siervo del Señor", con este nombre fue conocido Moisés. Josué y Moisés que llevaron al pueblo de Israel a
En el mundo actual que exalta el poder y el egoísmo, hablar de ser siervo es estar fuera de lugar. En realidad Dios quiere que nosotros seamos sus siervos. El siervo de Dios se preocupa por los demás, se olvida de sí mismo según dice
La vida sin Cristo es como la vida de un Ronin, un hombre a la deriva en el mar de la vida. Pero igual de delicado es ser un seguidor de Jesús y no ser su siervo o su esclavo. La vida con el Mesías ha de ser una vida de servicio.
Tenemos por delante diferentes opciones:
- Ser como un Ronin, un siervo sin amo.
- Ser un señor que tiene siervos.
- Ser siervo de otro señor.
- Ser siervo del único y verdadero Señor: Jesús
La buena noticia es que una vez decidimos seguir por los caminos de nuestro amado Salvador, jamás nos quedaremos sin Señor, Él no nos dejará. Lo lamentable es que nosotros si podemos llegar a tomar la decisión, por nuestra infidelidad, de cambiar de señor. Conozco a muchos que se han vuelto esclavos del dinero o de sus bajas pasiones. Luego entonces, nuestra misión ha de ser la de mostrar cada día lealtad, sacrificio, persistencia y honor a un Señor Santo, Santo, Santo.
El regalo mas grande que Dios nos ha dado es el de tener la posibilidad de elegir. ¿Qué opción escoges? ¿A quien deseas servir?
“En su manto y sobre el muslo lleva escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores” Apocalipsis 19:16
© Chalo Jiménez 2008. Derechos Reservados.
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